Si os gusta el estilo rústico con aire sofisticado y muchísima elegancia, seguro que esta casa construida a orillas de un extenso lago os va a .... Su propietario, el decorador Thom Filicia, quien creció junto al agua, la transformó para disfrutar los largos días de verano de unas vacaciones relajantes en las que salir temprano a pescar, nadar y refrescarse durante las horas de sol intenso o disfrutar de almuerzos y cenas con un buen grupo de amigos disfrutando de la brisa junto al embarcadero.
Una casa con un interior ligero (pocas piezas pero bien escogidas) y una paleta de colores inspirada por la naturaleza que envuelve la casa: el azul del agua, el marrón de la tierra y el verde de los árboles que crecen alrededor. El lugar perfecto para desconectar del ajetreo urbano y dejar transcurrir las horas sin imponerse más obligaciones que las de vivir y disfrutar del entorno.
Sin duda en la casa hay muchas ideas inspiradoras: desde la tumbona de fibra y aire nórdico de la entrada hasta el enorme espejo del distribuidor del piso superior que multiplica la luz, pero lo que me gusta por encima de todo en ella, son las magníficas ventanas de cuarterones de hierro y cristal tras el mueble bar del salón.
Etiquetas:
lago
0 comentarios